Como consecuencia de la socialización de género que recibimos desde que nacemos, hombres y mujeres vamos “aprendiendo” que existe un orden de género que se expresa en roles diferenciados que se espera cada uno/a vaya cumpliendo a lo largo de la vida. Así niños y niñas reciben distinta estimulación, juguetes, alternativas de proyectos de vida, expectativas, que van marcando la trayectoria de cada uno/a y que se traduce en desigualdad.
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