<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=595473081093353&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">

Una crisis global que afecta a la próxima generación

World Vision
jueves 11 de junio - 2020

blog

World Vision lanzó su respuesta global al COVID-19 el 11 de marzo, horas después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara al COVID-19 como una pandemia. Inicialmente, enfocamos nuestros esfuerzos en los 17 países con mayor índice de vulnerabilidad humanitaria -acorde a las circunstancias preexistentes-, sin embargo, en pocas semanas resulto evidente que el virus se había extendido a todos los países donde World Vision trabaja. Aunque el análisis inicial de la OMS indicó que los niños no tenían mayor riesgo de infección o mortalidad por COVID-19 que los adultos, resulto evidente que los efectos secundarios de COVID-19 podrían ser más devastadores para los niños que la enfermedad misma. Este fue un llamado a la acción.

 

El impacto de COVID-19 amenaza revertir décadas de progreso en la lucha contra la pobreza y las desigualdades de ingresos, reduciendo las probabilidades del crecimiento económico mundial a la mitad y afectando el futuro de los niños en todas partes. La pérdida de ingresos, en parte resultado de las políticas gubernamentales para contener el virus, como las cuarentenas o las restricciones de movimiento, están golpeando fuertemente a las familias en situación de pobreza. En la medida que más países adopten políticas de cuarentena, aquellos en situación de pobreza se quedaran sin alimentos. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (World Food Programme) estima que más de 320 millones de niños en nivel primario de 120 países no están accediendo a los programas de comidas escolares.

Las medidas empleadas para prevenir y controlar la propagación de COVID-19 también están afectando la capacidad de los trabajadores humanitarios para acceder a los mas necesitados, ya que millones de niños que viven en condiciones precarias, campamentos con sobrepoblación o en entornos urbanos densamente poblados que dependen de la asistencia de agencias humanitarias para salvar vidas.

Los descubrimientos iniciales sobre los efectos secundarios para la salud, la protección, la educación y el bienestar psicosocial de los niños son significativos. World Vision estima que en los contextos de mayor fragilidad, la vida de hasta 30 millones de niños están en peligro por los efectos secundarios en áreas de salud como enfermedades mortales como la malaria, la falta de inmunización o el aumento de la desnutrición no están siendo priorizados por que los sistemas de salud están abrumados por COVID-19. Los casos de violencia doméstica han aumentado de manera exponencial luego de las restricciones a la movilidad, con llamadas a líneas directas por casos de violencia infantil y violencia doméstica que aumentaron en un 20-200% en todo el mundo. Esto llevó al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas a hacer un llamado urgente para combatir esta situación a nivel mundial. Incapaces de depender de aquellas instituciones debilitadas o inexistentes, muchos niños dependerán de la ayuda de sus comunidades para salir adelante.

WhatsApp Image 2020-06-08 at 17.37.59

Es por eso que World Vision está enfocando su atención en abordar los impactos secundarios de COVID-19 en las familias y los niños. Al mismo tiempo para prevenir y mitigar la propagación de COVID-19, World Vision ampliará el apoyo para acceder a sustentos de vida tales como: planes de ahorro, programas de seguridad alimentaria, efectivo y vouchers; invertirá en la protección de menores para reducir la violencia contra los niños, el apoyo del bienestar mental y psicosocial de las familias, y en fortalecer los medios para que los niños puedan acceder a su educación. La siguiente fase de expansión en la respuesta de World Vision, se centrará en intervenciones desarrolladas con la comunidad y su movilización, en incrementar nuestras asociaciones y entrenar líderes comunitarios, especialmente líderes religiosos, para combatir la pandemia. La experiencia de World Vision muestra que los líderes religiosos pueden tener un tremendo impacto en el cambio de costumbres, en mejorar la unidad familiar, proteger a los niños y, lo más importante, brindar esperanza.

Frente a los desafíos continuos de brindar servicios a los niños y sus familias en tiempos de acceso limitado, fronteras cerradas y restricciones de movimiento, World Vision amplificará de forma colectiva sus esfuerzos para abogar por la protección de los niños y para preservar la continuación de la asistencia humanitaria hacia las personas más vulnerable en contextos frágiles y urbanos.

Un elemento clave para el enfoque de World Vision, será continuar escuchando a los niños y las comunidades, permanecer flexible en nuestra planificación y adaptarnos a sus necesidades.