Opinión: Niños, niñas y adolescentes al centro de la participación

Escuchar la opinión de niños, niñas y jóvenes, y sumarlos a procesos participativos donde se discutan los temas que los afectan, es un ejercicio necesario para la formación de ciudadanos política y socialmente comprometidos.

Según los últimos datos de población del país, los niños, niñas y jóvenes representan casi el 25% de la población y, si bien hoy ocupan parte importante de los discursos políticos, académicos y de expertos en niñez, son un grupo que además de no tener voto, tampoco tiene voz propia, pues los que hablan siempre somos los adultos.

En su artículo 12, la Convención sobre los Derechos del Niño reconoce que los menores de 18 años “son individuos con derecho en pleno desarrollo físico, mental y social, y con derecho a expresar libremente sus opiniones”, estableciendo, además, que los Estados firmantes les garantizarán el derecho de expresar su opinión libremente y que serán considerados en todos los asuntos que los afectan.

Ese mandato, firmado por Chile en 1990, obliga a que actuemos como país, especialmente al considerar distintas situaciones de invisibilización infanto-juvenil, tanto en los diagnósticos como en las propuestas de solución que se dan a las problemáticas que enfrentan: Los más pobres entre los pobres (CASEN 2017), baja participación electoral (Servel 2017), víctimas de violencia (SubPrevDel, 2017), crisis del Sename (2006 a la fecha), entre otros datos que nos delatan como una sociedad donde ellos y sus necesidades no son lo primero.

World Vision insta a poner a los niños en el centro de los esfuerzos contra la violencia y estamos seguros de que son ellos y ellas quienes saben lo que necesitan, por lo que es fundamental crear los espacios para que puedan expresar sus inquietudes.

Hay consenso en el mundo de que, para revertir esta tendencia, es clave educar desde temprana edad sobre la importancia de la democracia y sus valores. Al educar a los niños para que participen y expresen su opinión se contribuye a la formación de sociedades más democráticas, basadas en el diálogo y el respeto.

La familia y el colegio se constituyen como espacios principales para fomentar la participación, especialmente al generar espacios de diálogo y conversación que permitan crear interés en los menores, fomentando su espíritu cívico y la información responsable.

Así, por ejemplo, en noviembre de 2017 World Vision habilitó urnas para los niños, niñas y adolescentes en el marco de su campaña Los Niños También Votan, en Santiago, Viña del Mar y Concepción y las principales preocupaciones de los niños fueron:

• Respecto de lo que consideran más importante: Un 44% señaló que esperan compartir y ser cuidados por sus adultos significativos y un 20% que se proteja a niños y niñas de la violencia.
• Respecto de lo que le piden a los adultos: Un 29% espera cariño, y un 26% más tiempo para estar con ellos y que entiendan que los niños y niñas que pueden equivocarse.

Por su parte, nuestro estudio “Modelos Culturales de Crianza en Chile: Castigo y ternura, una mirada desde las niñas y niños”, entregado en junio de este año, los niños manifestaron que pese a que un 50% es víctima de violencia de parte de sus padres o adultos significativos, la misma proporción declara sentirse reconocido como sujeto y un 52,4% declara sentir que tiene un amplio margen de toma de decisiones sobre su vida.

Los datos refuerzan la necesidad de abrir nuevos espacios de participación para niños, niñas y jóvenes, considerando sus intereses y sus formas de comunicación y convivencia, entendiendo que también son ciudadanos con derechos y cosas que decir. En Chile y el mundo hay distintos ejemplos de participación infantil. Por ejemplo, jardines infantiles que realizan elecciones presidenciales, elecciones de Centros de Alumnos, los consejos consultivos de las Oficinas de Protección de Derechos, los Congresos y Encuentros Intergeneracionales del Colectivo de ONG Movilizándonos, la iniciativa ConCausa de UNICEF y América Solidaria; el Proyecto Fomentando la Participación electoral impulsado por el Programa de las Naciones Unidas (PNUD).

Este 19 de octubre, el capítulo chileno del Movimiento Mundial por la Infancia propicia por segundo año consecutivo un Encuentro de Participación, Políticas Públicas y Propuestas Infanto Juveniles con la participación de adolescentes de 4 regiones (Ñuble, Biobío, Araucanía y Metropolitana) y provenientes de diversas instancias (Aldeas SOS, Colegios Maristas, ONG Raíces y WorldVision Chile), los que de manera lúdica e interactiva en un evento organizado por jóvenes discutirán y harán propuesta de políticas públicas para la Escuela, la Familia y sus Entornos Comunitarios, entregándole sus ideas a la Subsecretaria de la Niñez, la Defensora de la Niñez y el Presidente del Senado.

Desde World Vision propiciamos la participación e instancias de intercambio que posibiliten que sean los niños y niñas quienes se representen a sí mismos y logren generar sus propuestas desde sus propios discursos, sus sentidos e intereses. Los niños deben seguir siendo niños y eso es parte de lo que no vemos hoy en las Mesas de Acuerdos Nacionales, en los aportes de la Sociedad Civil y menos aún en el discurso público, sólo vemos adultos que hablan por la niñez.

Tenemos mucho por trabajar como país en participación de la infancia, porque es necesario considerar a los niños, niñas y jóvenes como sujetos de derechos, con necesidades propias que se deben recoger y escuchar.