¿El bullying afecta el rendimiento académico?

El bullying, es decir, la violencia física, psicológica o social entre estudiantes que se realiza de forma reiterada, es un problema en Chile que cada vez tiene mayor visibilidad e importancia, de hecho ya es una palabra que se ocupa normalmente y no sólo en un contexto escolar, a pesar de ser un fenómeno exclusivo de esta área. Las consecuencias que provoca tanto en el/la  agresor/a, como en la víctima tienen múltiples alcances en su vida, tanto a nivel emocional, psicológico o físico, llegando cambiar completamente la percepción que tienen los y las estudiantes, del contexto que deben enfrentar día a día, y si no se le da un tratamiento adecuado, éstas pueden persistir hasta la adultez.

Es un problema que tiene múltiples causas y factores de riesgo que inciden en su desarrollo, como se menciona en varias investigaciones, revelando tendencias que revuelven el estómago. Por ejemplo, dentro de estos factores de riesgo, según un estudio realizado por el Centro de estudios de Conflicto y Cohesión Social publicado el año 2018, aparece la baja escolaridad de los adultos responsables, la pronunciada desigualdad económica de nuestro país o la falta de interacción entre estudiantes de distintos grupos socioeconómicos, hace que cerca del 40% de los y las estudiantes chilenos/as haya sido víctima de violencia escolar en 4to Básico (TIMSS, 2015).

El bullying y el rendimiento académico

Lo anterior plantea una situación compleja a la hora de enfrentar el bullying en los colegios chilenos, fenómeno que hace algún tiempo está siendo abordado en el plan de mejoramiento escolar de cada establecimiento. Sin embargo, vemos que hace falta una política de estado que pueda contribuir a solucionar este problema desde un enfoque multidimensional. Para comenzar a discutir sobre estos temas, es necesario revisar los datos que nos ofrece el Centro de estudios de Conflicto y Cohesión Social, en su nota Nº8, titulada “Desigualdad de Ingreso, Violencia Escolar y Rendimiento Escolar”.

En dicha nota, se establece una relación entre la presencia de violencia escolar (y bullying particularmente) y el rendimiento a nivel nacional en pruebas como el SIMCE o la PSU. Instrumentos que tiene un carácter censal, es decir se considera al universo total de estudiantes de ciertos niveles, y que lejos de comentar su validez, funcionan como indicadores bastante certeros.

Los datos presentados son claros: Mientras más alta sea la frecuencia de agresiones hacia un estudiante, menor es el puntaje alcanzado en estas pruebas de nivel nacional y más alto es el índice de repitencia. Es decir, hay una relación estrecha entre el bullying y el rendimiento que puede alcanzar un/a estudiante, provocando un impacto más profundo en aquellos estudiantes que sufren violencia física de forma frecuente.

Al revisar estos resultados desde una perspectiva multidimensional, podemos darnos cuenta que las consecuencias de vivir el bullying, tienen un alcance tremendo tanto en el presente del agresor/a o la víctima, como en el futuro de estos mismos roles, ya que una mala experiencia en términos sociales en una etapa de formación de identidad y autodescubrimiento, puede generar una tendencia clara a marginar a aquellos o aquellas que son distintos.

La solución que proponemos

El equipo de expertos en infancia de World Vision, ha preparado un programa especial enfocado en el bullying, llamado “Ganémosle al Bullying”, el que busca eliminar esta forma de violencia en 7 meses, abordando la problemática desde distintas aristas y considerando a toda la comunidad escolar. Durante este año, hemos capacitado a más de 100 profesionales con esta metodología, en 3 regiones de nuestro país y esperamos que este impacto se multiplique.

También, te invitamos a descargar una guía para adultos responsables, que nuestro equipo ha preparado para entregarte ciertos tips que te ayudarán a ayudar un niño o niña que esté sufriendo de bullying en su comunidad escolar.