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Hipersexualización infantil en campañas publicitarias: desde los ojos de la niñez

Jorge Escudero
viernes 14 de febrero - 2020

imprescriptibilidad

Por Jorge Escudero
Psicólogo Especialista en Niñez de World Vision

Gran impacto ha causado la hipersexualización de la infancia por medio de diferentes campañas publicitarias recientes, enfocadas en la venta de ropa infantil, en las cuales se muestra de forma inapropiada a niños y niñas bajo un enfoque utilitario desde la esfera sexual.

 

El desarrollo sexual humano debe darse de forma armoniosa a lo largo de la vida, avanzando en etapas y experiencias a medida que la madurez física y emocional lo permitan. La hipersexualización en la infancia se refiere a la sexualización de las expresiones, posturas o códigos de la vestimenta de niños y niñas, es decir, acciones consideradas como precoces.

Los adultos tenemos una opinión con respecto a este problema social que hoy sale a la luz a través de campañas publicitarias, pero que ha estado presente de forma silenciosa por mucho tiempo en estilos de música, coreografías, ropa o en las formas de relacionarse entre adultos y niños. Ante esto, ¿qué pasa por la mente y el corazón de un niño y una niña que se ve hipersexualizado?

Según mi experiencia y la de otros expertos, en primer lugar, los niños y niñas creen que su cuerpo es una cosa que cualquier persona, en cualquier momento, puede mirar o tocar sin su consentimiento. En segundo lugar, sienten que su valor personal depende de la aprobación que otras personas le dan a su cuerpo, un cuerpo que debe cumplir estándares de belleza y seducción que no van en sintonía con la forma de valorar a la infancia. Y en tercer lugar, sienten que el mundo adulto es ambiguo, que causa dolor e incomodidad y a la vez entrega amor (todo al mismo tiempo y mezclado).

Por otro lado, lo que los niños no saben y que es nuestra responsabilidad como adultos advertir, es que mediante la hipersexualización se ven expuestos a agresiones sexuales, a sufrir bullying y ciberbullying, a tener una autoestima baja, una pobre salud mental y física, y a presentar un débil desempeño escolar, entre otras dificultades. Estas consecuencias que ellos y ellas desconocen, probablemente sus madres y padres tampoco las saben: una cultura mayoritariamente adultocéntrica nos hace creer que los deseos adultos son más importantes y relevantes que los deseos de la infancia y sus etapas de crecimiento, lo que dificulta el advertir riesgos potenciales que pueden llegar a ser incluso graves.

A fin de prevenir los malos tratos hacia la infancia y promover un estilo de relación sano y seguro entre nosotros, es que resulta imprescindible detenerse y mirar el mundo desde los ojos de la niñez. ¿Cómo sería ese mundo? Justo, creíble, transparente y protector.