Desde 1954, Naciones Unidas consagra el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño, una fecha para celebrar los avances en infancia y promover el bienestar de niños y niñas.
Desde principios del tiempo, los niños han sido considerados seres inferiores, a los que se ha subvalorado en términos de sus habilidades y capacidades. Hoy, esta mirada ha cambiado, formándose un nuevo concepto de infancia. Este reconoce que niños y niñas son personas, sujetos de derecho, a los que hay que proteger y apoyar para dar forma a un país más justo.
Pero ¿qué queremos decir al referirnos a los niños y niñas como sujetos de derecho? Estamos diciendo que su corta edad o baja estatura no los convierte en personas de segunda clase. Al contrario, reconocemos que son personas que, si bien tienen consideraciones especiales, tienen igualdad de condiciones que los adultos y son actores activos de cambio en los espacios en que se desenvuelven.
Esta nueva mirada a la infancia obliga tanto a los países e instituciones, como a cada uno de nosotros, a reflexionar cómo nos relacionamos con ellos. ¿Cuál es el espacio de participación y opinión que tienen? ¿Cómo respetamos sus intereses? Si somos capaces como sociedad de darles un entorno cálido, que los proteja y permita su desarrollo pleno. Si podemos garantizar que crezcan y sean adultos respetuosos de sí mismos, los demás y el medioambiente.
En 1954, el 20 de noviembre fue declarado el Día Universal del Niño por la Organización de Naciones Unidas como una fecha para promover el bienestar de los niños y niñas. Además, para para celebrar una jornada de fraternidad y entendimiento entre los niños del mundo.
Es un día consagrado a celebrar los avances, pero también a dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.
En la misma fecha, pero 5 años después, se firmó la Declaración de los Derechos del Niño, con la que se busca promover en el mundo los derechos de la infancia y el rol que la escuela y las familias juegan en ellos. Se trata de 10 derechos fundamentales que todos los niños, niñas y adolescentes tienen, sin distinción de raza, religión, nacionalidad o género.
En 1989 esta Declaración dio forma a la Convención de Derechos del Niño. Es el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante que considera derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales para los niños y niñas. Contiene 54 artículos y reúne todos los asuntos relativos a los Derechos del Niño. Se rige por 4 principios fundamentales: la no discriminación, el interés superior del niño, su supervivencia, desarrollo y protección, así como su participación en las decisiones que los afecten.
La importancia de dar voz a los niños y niñas
Para celebrar este 2017, UNICEF desarrolló una campaña en la que niños y niñas de todo el mundo se tomaron el poder. Les dieron voz y espacio para plantear sus necesidades, problemas y propuestas de soluciones. Bajo el nombre de #KidsTakeOver, fue un día en el que invitaron a niños, niñas y jóvenes del mundo a “tomarse” roles de alta visibilidad de los medios, negocios, deportes y política para dar luz a los desafíos que enfrenta su generación.
En Perú, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador y El Salvador, niños y niñas plantearon a los líderes políticos las preguntas que a ellos les importan y destacaron los temas urgentes y necesarios para avanzar hacia un mejor mundo.
En la misma línea, World Vision invitó a los niños, niñas y adolescentes a dar a conocer su opinión a través de la campaña Los Niños también votan. Esta actividad se realizó en paralelo al proceso electoral del domingo 19 de noviembre. Se les pidió votar sus prioridades respecto de 5 temas que son importantes para ellos y la ciudadanía en general para formar un mejor país.