En la vida, todos y todas necesitamos contar con al menos una persona a quien podamos acudir tanto en situaciones tristes como en momentos en los que nos sentimos felices; el sentir que alguien estará para nosotros es muy importante para nuestro desarrollo físico y psicológico. Como nos sucede a los adultos, también para los niños y las niñas es igualmente importante hacerles sentir que están acompañados, a fin de equiparlos de herramientas para la vida; una de ellas es el conocido apego seguro.
Este término hace referencia a un tipo de contacto físico y emocional entre el niño(a) y su adulto protector que le ayuda a sentirse seguro, querido, fuerte y amado. El o la bebé buscará a su adulto (madre, padre o adulto responsable) y hará todos sus esfuerzos por mantenerse cerca. Se ha vinculado este tipo de unión con una buena salud física y mental, favoreciendo también el cumplimiento de tareas como hablar, ir al baño solos, caminar, relacionarse con pares o una sana autoestima, entre otros beneficios.
La respuesta está vinculada a los buenos tratos y a la crianza con ternura. Concretamente, hable con sus hijos, hágales cariño, dígales que los quiere, evite la sobreprotección, favorezca la honestidad, fomente su autonomía e intente dar respuesta a sus principales necesidades de seguridad física y emocional.
Sin embargo, existen otros tipos de apego que suelen acarrear algunos problemas en los niños ¿Cómo reconocerlos?
Si notaste que aún no desarrolla un apego seguro, nunca es tarde para restablecer la relación con su hijo o hija y comenzar de cero en la creación de una relación tierna, amable e incondicional. Tu eres muy importante.
Un gran abrazo,
Jorge Escudero Bello
Psicólogo de niños, niñas y adolescentes.
Mg. Psicología Clínica Infanto juvenil
Mg(c) Comunicación Social