Erradicar totalmente el machismo en la crianza puede parecer difícil y para algunos innecesario. Aquí te contamos la importancia de criar sin distinción de género y cómo hacerlo.
Seguramente has escuchado que el machismo sólo es una cuestión política o incluso una guerra de sexos, sin embargo ninguna de estas aseveraciones es correcta. En realidad, el machismo es una ideología en la que se cree que el hombre es superior a la mujer sólo por ser hombre
Así, tanto premeditado como inconscientemente, podemos tener una serie de actitudes que de alguna forma u otra reflejan este pensamiento. Por ejemplo, cuando queremos molestar a alguien por su cobardía, le decimos que es “niñita”, por lo que asociamos que ser niña es malo y que se caracterizan por su debilidad y fragilidad. En el caso de los niños, cuando les decimos que “los hombres no lloran”, además de reprimir sus emociones, les otorgamos la responsabilidad de ser fuertes, intimidantes y dominantes.
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Estos son sólo pequeños ejemplos de por qué deberíamos erradicar el machismo en nuestra vida y aún más en la crianza. Es poco saludable, porque enseña a nuestros niños y niñas que deben regirse bajo un estereotipo de género, que limitan sus posibilidades de desarrollo y perpetúan la desigualdad. A continuación te entregamos algunos consejos sobre cómo combatirlo.
Enséñales que tanto hombres como mujeres son igual de valiosos y merecen los mismos derechos. Pregúntales su opinión y responde sus dudas, esto les ayudará a mejorar su interacción con la sociedad.
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También puedes abordar temas como el machismo y la igualdad de género apoyándote con material audiovisual o didáctico como videos explicativos para niñas y niños.
Si tanto tú como los demás adultos de la casa promueven la igualdad de derechos en el hogar, así como dividirse las tareas del hogar de manera equitativa o el cuidado de sus niños y niñas, para ellos será aún más fácil entenderlo. Más aún, si les hablan abiertamente sobre cómo y por qué comparten responsabilidades de esta forma.
Recuerda que es importante demostrarles, desde la práctica, que las actividades del hogar no tienen roles de género y que cualquier persona puede realizarlas.
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En este aspecto, la práctica siempre valdrá más que la teoría, por lo que una muy buena forma de explicarle a tus niños y niñas que valen lo mismo sin importar su género, es a través de los juguetes. Mientras los de él son aventureros, deportivos, de construcción o ciencias, los de ella son generalmente de cuidado, ya sea del hogar (planchas, máquinas de coser, escobas) o muñecas con forma de bebé.
Para enfrentar estas situación, es importante que promuevas el acceso a juguetes o actividades según su interés, no de acuerdo a condiciones de género. Lo mismo ocurre con la ropa, no les enseñes que el rosa es de mujer y el azul de hombre, recuerda que solo son colores y estos no tienen distinción.
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Hazles saber que todos los sentimientos son válidos y no deberíamos avergonzarnos de ellos, sin importar si eres hombre o mujer. Explícales que todos tenemos sentimientos, pero algunos los expresamos más que otros. Cuando tus hijos lloren o se enojen, permíteselos, pero siempre que lo hagan de forma sana, sin faltar el respeto.
Como pudimos ver, si erradicamos el machismo en la crianza, nuestros niños y niñas serán personas íntegras que sabrán que son capaces de hacer todo lo que se propongan sin importar su sexo o género. Además, estarás ayudando a construir una sociedad más equitativa y justa, tanto para hombres como mujeres.